He de confesar que tengo debilidad por muchas cosas, pero una de las mayores es la comida de Culiacán. Es imposible pensar en ir a mi tierra y no hacer una lista interminable de antojos. Y hace justo una semana estuve por allá, así que ya se imaginarán todo lo que comí.

Soy fiel creyente de que todo en exceso es malo, incluyendo el ser extremadamente restrictivo con la alimentación. Así que decidí relajarme unos días y disfrutar al máximo  absolutamente todo lo que quisiera comer.

Pero como nada en esta vida es eterno, mi viaje terminó y con él mi destrampe 😉 y, antes de retomar la alimentación que llevo, decidí hacer un detox de tres días, el cual consiste en beber el jugo de entre 3 y 4 piñas al día, sin otro alimento de por medio. Suena difícil, pero no lo es tanto. La clave está en beberlo cada que tienes hambre y hacerlo con popote para evitar que te escaldes la lengua.

Les dejo esta información del iNat, para que lo sigan al pie de la letra.

*Recuerda que es importante hacer este tipo de ayunos y detox siempre bajo supervisión de un health coach o trofólogo* 

 

La piña es la única fruta que contiene bromelina, una enzima que ayuda al proceso digestivo y posee propiedades antiinflamatorias, por lo que es ideal para utilizarse en detox o ayuno previo a un cambio de alimentación o posterior a un viaje o situación que no te permitió llevar al 100 una alimentación balanceada y sana.

Ayuda a eliminar la grasa, desinflamar, liberar líquidos retenidos, mejorar la digestión y preparar al cuerpo para recibir los nutrientes de los alimentos.