Ahora con el regreso a clases a veces falta tiempo para cocinar, así que es necesario tener a la mano recetas rápidas y, a la vez, saludables, para no caer en tentaciones como la fast food.

Como es bien sabido, las lentejas son una fuente rica en hierro, pero, además, posee diferentes minerales que el cuerpo requiere, como potasio, fósforo, calcio, magnesio y sodio, así como ácido fólico (excelentes para consumirse durante el embarazo). También tienen vitaminas del grupo B, que ayudan a la formación de glóbulos rojos y ayudan a prevenir la anemia. Combaten el cansancio y fatiga mental.  Por lo que te recomiendo siempre tenerlas en tu alacena, pues, además, no requieren mucho tiempo para cocinarse.

Por otro lado, la quinoa posee un alto nivel de proteínas, calcio, hierro, magnesio, vitaminas C, E, B1 y B2. Es una fuente alta de aminoácidos que influyen en el desarrollo cerebral. Hay muchísimas formas de prepararla, dulces y saladas, por lo que también debe ser un básico en tu alacena y es muy fácil conseguirla.

Esta receta mezcla las propiedades y beneficios de ambas y, les garantizo, les encantará a chicos y grandes.

Ingredientes
(6 porciones)
 1 taza de quinoa cocida 
 1 taza de lentejas cocidas (preferentemente germinadas, pues poseen el triple de propiedades y beneficios para tu salud)
 1 huevo orgánico
 sal de grano
  pimienta
 puedes añadir comino, cúrcuma, perejil deshidratado o jugar con tus condimentos favoritos.

 Bate el huevo , añade sal, pimienta, condimentos y reserva.
 Mezcla en un procesador las lentejas y la quinoa, según la consistencia que prefieras, yo, generalmente, dejo las lentejas más enteras.
 Haz tortitas con la mezcla y pásala por el huevo.
 Colócalas en el sartén con un poco de aceite de coco hasta que estén cocidas.

 Acompaña con jitomate y espinacas. Puedes usar pan  de semillas germinadas, de Ezequiel, para hacer hamburguesas 

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